martes, 10 de marzo de 2009

caçadors espanyols

Supongo que el cazador siente una seducción incomparable ante la búsqueda del alimento y en el preciso momento de apretar el gatillo una atracción irresistible le lleva a lo más profundo del cerebro reptiliano.Quizás después de ese instante hay un cosquilleo moral al recoger la pieza, pero en el ambiente social queda transfigurado por el coleguismo y la pertenencia al grupo. Veo con cierto escepticismo las virtudes que defienden ciertas organizaciones y me produce una profunda incomodidad al leer que hay tanta gente que se mueve por esos cotos de caza y paga un dineral por ello e incluso turistas y se hace de ello un enorme negocio. Me es difícil concebir en esos artistas de la escopeta que acciones altruistas les produjese la misma satisfacción; quizás entonces el deseo se les manifestase de otra forma, libres de ésa parte del cerebro que nos dirige (a unos más que a otros) desde hace millones de años

2 comentarios:

  1. Personalment desconfio de la gent que disfruta amb la mort d'animals innocents, això de que "la caça és un esport" és molt discutible...

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  2. això confirma la meva teoria que la gent està pirada.
    no entenc aquesta necessitat a sentir-se més fort que l'altre!

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